De la adversidad a la esperanza
Estudiando la violencia en la niñez y juventud en Colombia
Violencias contra niños, niñas y jóvenes
La manera en la que actuamos y nos relacionamos con el mundo se empieza a desarrollar en la infancia. De hecho, es la etapa en la que nuestro cerebro crece más rápido y absorbe muy fácilmente la información que nos rodea.
Aunque en esta edad es más fácil que los niños y niñas aprendan un nuevo idioma o memoricen nuevos conceptos, también es más probable que las experiencias adversas y potencialmente traumáticas como la violencia física, sexual y emocional tenga un impacto negativo sobre su salud física y mental.
Experimentar o presenciar maltrato o abuso durante la infancia puede afectar el presente de los niños y niñas y también sus vidas futuras como jóvenes y adultos. Por ejemplo, algunos niños que están frecuentemente expuestos a eventos de violencia pueden presentar problemas de salud física y mental, dificultades para concentrarse, regular sus emociones y relacionarse con otras personas. Así mismo como adultos, pueden sufrir problemas de salud crónicos, dificultades para confiar o conectar con los demás, manejar situaciones de estrés, y muchas veces repetir la violencia que experimentaron.
CONTEXTO
Encuesta de Violencia contra Niños, Niñas y Adolescentes
En 2018 Colombia realizó por primera vez la Encuesta de Violencia contra Niños, Niñas y Adolescentes (EVCNNA), que fue parte de la estrategia INSPIRE de la Organización Mundial de la Salud para prevenir la violencia infantil. Su objetivo era medir la prevalencia y las circunstancias alrededor de la violencia sexual, física y psicológica durante la infancia, adolescencia y la adultez temprana.
La encuesta se aplicó a jóvenes entre 14 y 24 años de todo el territorio nacional, incluyendo municipios históricamente afectados por la violencia cubiertos por los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET) .
Esta encuesta mostró que los castigos físicos y la violencia psicológica son prácticas comunes utilizadas por los padres como forma de educación hacia sus hijos. Muchos también consideran que la violencia que ocurre dentro del hogar es un asunto privado y se espera que los niños se sometan a la voluntad de sus padres.
Un grupo de investigadores del Centro Imagina tomaron los resultados de la EVCNNA en Colombia (2018), Honduras (2017) y El Salvador (2017); la encuesta FORENSIS (2020) en Colombia, y el capítulo “No es un mal menor” del Informe Final de la Comisión de la Verdad (2022) e hicieron un análisis profundo de estos datos. Estas investigaciones se presentan a continuación:
¿Y entonces, qué hacemos?
Todas las investigaciones que presentamos aquí indagan y reflexionan acerca de la violencia experimentada por niñas, niños y adolescentes en Colombia. Las investigaciones que presentamos aquí reflexionan sobre diferentes tipos de violencia que experimentan comunmente las niñas, niños y adolescentes en Colombia. Aunque con distintos enfoques, las cuatro ofrecen datos que nos invitan a pensar como estos eventos de violencia y sus consecuencias pueden ser prevenidas, minimizadas y reparadas.
Concluimos que el hogar, un espacio que usualmente está asociado a cuidado, amor y seguridad, puede ser para muchos niños, niñas y adolescentes en un lugar no seguro. Esto porque algunos de sus cuidadores muchas veces ejercen violencia contra ellos.
La violencia ejercida contra niños, niñas y adolescentes es un problema de salud pública con implicaciones físicas, psicológicas, sociales y económicas a mediano y largo plazo. En este sentido, es importante el diseño y la implementación de estrategias y programas de prevención de la violencia hacia niños, niñas y jóvenes. Esta es una tarea que involucra al Estado, a los hacedores de políticas y a la sociedad civil.