Resumen
Cali es un lugar particularmente complejo en términos de seguridad, la ciudad cuenta con 2,4 millones de habitantes y al año afronta más de 1,200 asesinatos. Esto la ha posicionado constantemente como una de las ciudades más violentas del mundo. Durante el año 2021 estallaron protestas sociales en la ciudad debido a la falta de oportunidades y las altas tasas de violencia. Este afectó gravemente la economía, paralizando negocios e impidiendo el transporte de mercancías, esto generó enormes pérdidas para los ciudadanos y empresarios de la ciudad. En respuesta a ello un número importante de las grandes empresas e industrias se unieron para encontrar soluciones y abordar la violencia desde una óptica integral y diferente. En 2017, Cure Violence inició un programa piloto en las comunidades más violentas de Cali, Charco Azul y Comuneros, los primeros resultados muestran que se logró reducir los asesinatos entre un 47% y 30% respectivamente en los primeros dos años. Estos resultados exitosos abrieron el camino para una expansión del programa.
La implementación de este programa piloto se conoce como “Abriendo Caminos”, esta iniciativa constituye el modelo de Cure Violence. El modelo originalmente fue implementado en la ciudad de Chicago, en el distrito de West Garfield Park, una comunidad con altos índices de violencia. Evaluaciones posteriores a la implementación del programa mostraron resultados significativos al reducir los tiroteos en un 67% durante su primer año. Desde entonces, Cure Violence ha sido implementado en diversas zonas geográficas en varios países. El enfoque de Cure Violence se basa en una perspectiva de salud pública, buscando anticipar e interrumpir la transmisión de eventos violentos y de riesgo.
El modelo Abriendo Caminos siguió las líneas generales del modelo original de Cure Violence, para ello abordó la violencia desde diferentes frentes, centrándose en tres acciones clave: interrumpir la transmisión de violencia de forma directa, identificar y cambiar el pensamiento de los transmisores de mayor potencial y modificar las normas del grupo respecto a la violencia. Este modelo forma a personas que desempeñan el papel de interruptores de violencia. Actualmente el programa cuenta con 400 interruptores voluntarios que replican una red de apoyo, generalmente estas personas forman parte de las comunidades donde se realiza la intervención. Estos voluntarios son los ojos y los oídos del interruptor principal, ayudando a identificar conflictos y elaborando los métodos para evitar que se vuelvan violentos.
Cali es la única ciudad que cuenta con una adaptación de Cure Violence en América Latina, además incorpora trabajo de divulgación con participantes, desempeñado por interruptores de violencia híbridos. Estos interruptores de violencia trabajan en mediar conflictos y cambiar comportamientos al mismo tiempo. En otras áreas de América Latina, debido a la naturaleza de la violencia y la falta de recursos, los programas de Cure Violence se limitan a la interrupción de la violencia.
Enlaces de Interés:
- https://cvg.org/cali-citywide/#:~:text=Cali%20is%20the%20only%20Cure,behavior%20at%20the%20same%20time
- https://alvaralice.org/en/news/learn-how-the-cure-violence-model-was-implemented-in-cali/
- https://www.alvaralice.org/wp-content/uploads/2020/12/Resumen-Ejecutivo-Abriendo-Caminos-2020.pdf
- https://www.alvaralice.org/wp-content/uploads/2020/12/Informe-Final-de-la-Evaluaci%C3%B3n-de-Impacto-del-Programa-Abriendo-Caminos-de-la-Fundaci%C3%B3n.pdf