Es vital reconocer el derecho de la niñez a participar y ser escuchada en decisiones que les afectan, respaldado por normativas como la Declaración Universal de Derechos Humanos. Niñas, niños y adolescentes tienen igualdad de posibilidades y derechos que los adultos para participar y ser escuchados, según diversas normativas. Este derecho no es solo un gesto de buena voluntad, sino el reconocimiento de su capacidad de agencia y formación ciudadana. Sin embargo, la baja priorización y falta de recursos en algunas regiones obstaculizan la efectividad de este derecho, según el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022.